El experimento Brukhonenko


A finales  de 1920  Sergei Brukhonenko consiguió mantener con vida  durante 190 minutos la cabeza amputada de un perro vivo. La cabeza del perro fue conectada a una máquina corazón-pulmón  bautizada por Sergei como el «autojector». El dispositivo que supuestamente le da la cabeza todo lo que necesita para mantenerla con vida. A pesar de las reticencias médicas y del carácter bizarro del experimento, Sergei fue pionero en la investigación y construcción de la primera máquina corazón-pulmón imprescindible posteriormente en la cirugía extra corpórea.

La carrera científica de Bryukhonenko fue bastante polémica. Se rodeó de malentendidos y acusaciones infundadas. Pero el tiempo pone las cosas en lugar apropiado, y hoy los avances del científico figuran entre los principales logros de la biología y la medicina del siglo 20.

fuente wikipedia

Él experimento de Brukhonenko tuvo lugar a finales de 1928 ante una audiencia internacional de científicos en el Tercer Congreso de los fisiólogos de la URSS. Por aquél entonces las competencias internacionales abarcaban todos los campos de la ciencia, y el circo mediático y propagandístico ruso gustaba de mecanismos populistas como este ensayo.

Para demostrar  que la cabeza del animal seguía con vida Brukhonenko realizó dos sencillos experimentos demostrando que respondía a determinados estímulos. Golpeó la mesa con un martillo y la cabeza se estremeció; la iluminó con una linterna y los ojos respondieron; incluso le dio de comer un trozo de queso que se deslizó por la sección  del esófago. En el siguiente vídeo podemos ver la reacción del animal ante el estímulo.

El perro de Brukhonenko se hizo famoso rápidamente en toda Europa e inspiró al dramaturgo George Bernard Shaw como su musa:

«Estoy incluso tentado de tener mi propia cabeza cortada para que yo pueda seguir dictando las obras de teatro y libros sin ser molestado por la enfermedad, sin tener que vestirse ni desvestirse, sin tener que comer, sin tener nada más que hacer que no sea producir obras maestras de arte dramático y literatura. «

Fuentes 1,2,3,4

El panteón de los cerebros


¿Qué hace de un hombre un genio?. Neurocientíficos rusos se preguntaron esa misma cuestión a principios del siglo XX e hicieron exactamente lo que parecía razonable en el momento . Recoger y diseccionar los cerebros de algunas de las más grandes figuras culturales en una gran colección llamada «El Panteón de los cerebros», en el «Moscow Brain Research Institute»  un  laboratorio de investigación, museo y cementerio ilustre del bolchevismo. Sorprendentemente, el último cerebro se añadió  en 1989.

fotografía  laboratorio neurológico ruso abandonado. Fuente:artdel.ru

La investigación sobre la anatomía del cerebro fue uno de los temas de especial interés en diversas universidades de Rusia. La recolección y cartografía de los cerebros de élite rusos de una manera estructurada se inició en Moscú en 1924 con el cerebro de Lenin por el neurobiólogo alemán Oskar Vogt y sus colaboradores y es uno de los más emocionantes y, al mismo tiempo cuestionable capítulos en la historia de la medicina. Esta explicación materialista de lo psíquico (frente a la metafísica) era el principal objetivo del Instituto.

Vogt no esquivó el desafío, y tardó algo más de un año en cortar 34.000 mínimas láminas del cerebro de Lenín para someterlas a estudio. Según el estudio de Vogt, el cerebro de Lenin mostró un gran número de «células gigantes», que Vogt vio como un signo de la función mental superior «Las células gigantes» eran células corticales piramidales de tamaño inusual. Su primer informe sobre los resultados fue entusiasta:

“el marcado desarrollo de las células piramidales de la corteza cerebral produjo, forzosamente, una intensificación de la actividad general de las diversas divisiones del cerebro. El gran número de conexiones procedentes de dichas células une porciones del cerebro que de otra manera hubieran estado ampliamente separadas, lo que explica, además, el amplio espectro y la multiplicidad de ideas que se desarrollaron en el cerebro de Lenín; y explica en particular su capacidad de imponerse rápidamente cuando se veía confrontado con situaciones y problemas de alta complejidad. La multiplicidad de ideas, junto con la amplitud y rapidez de su poder para concebirlas, produjeron en Lenin una gran intuición.»

En 1945 el cerebro seguía en Berlín, y tras un intento de reclamarlo por parte de EEUU a través de los científicos belgas L. Van Bogaert and A. Dewulf, Rusia inició una operación militar para recuperarlo y llevarlo de nuevo a Moscú.

La colección de «El Panteón de los Cerebros» contiene , además, los cerebros de algunos de los más grandes psicólogos y los neurólogos rusos y tiene muchos aspectos curiosos, como la misteriosa muerte en extrañas circunstancias de su fundador el científico Vladimir Bekhterev. Después de la muerte, en 1927, su cerebro fue inmediatamente añadido a la colección.

fotografía  laboratorio neurológico ruso abandonado. Fuente:artdel.ru

Habían pasado ya  diez años desde  la Revolución, y una fría tarde de diciembre, Joseph Stalin llamó a  Bekhterev para que acudiera al Kremlin. Stalin estaba deprimido y , por entonces, dedicado a la lucha por el poder con Trotsky y sus seguidores. Bekhterev le diagnosticó una «grave paranoia». El mismo día que había visitado el Kremlin murió de repente (algunos autores dicen que un par de días más tarde). Según los rumores, Stalin le había asesinado, siendo ésta la venganza del paciente por el diagnóstico.

Bekhterev no vió su plan  llegar a buen término, sino que fué su própio cerebro el que enriqueció la colección del Instituto de Moscú ( el peso era de 1720g ). La colección adquirió el cerebro  de políticos, famosos escritores, poetas, músicos, de toda la Unión Soviética . No es de extrañar , por ejemplo , la presencia del cerebro de destacados neurocientíficos rusos como:

  • neurólogo, G.I. Rossolimo 1860-1928. 1543g;
  • fisiólogo, I.P. Pavlov 1849-1936 1517g;
  • neurólogo, MB Kroll 1879-1939 1520g;
  • psiquiatra, PB Gannushkin 1875-1933 1495g;
  • psicólogo, L.S. Vygotsky 1896-1934.

Durante el período soviético, la labor en Moscú del Instituto de Investigaciones del Cerebro siguió a puerta cerrada.

La colección se siguió ampliando en 1989, con la incorporación del cerebro de A.D. Sakharov (1921-1989) Un eminente físico nuclear soviético, disidente y activista de derechos humanos. Fué un defensor de las libertades civiles y las reformas en la Unión Soviética. Fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1975 , su cerebro pesaba  1440g.

fotografía  laboratorio neurológico ruso abandonado. Fuente:artdel.ru

Fuentes: wikipediaartdel.ru, mindhacks, whonamedit

P.D gracias a Anfrix (uno de mis blogs favoritos) por citarnos como fuente es su «Panteón de los cerebros de genios«

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