¿Podrías vivir un año sin decir mentiras?. Entrevista a Cathal Morrow.


ACTUALIZADO 6-Noviembre:(entrevista a Cathal Morrow)

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No dejo de encontrar retos y desafíos que rozan la esquizofrenia. Pero tampoco ignoro la sutileza de sus propósitos. El otro día envié éste a menéame. Hoy quiero trasladar la inquietud de su planteamiento a todos vosotros y completarlo con una entrevista a su creador.

Cathal Morrow, un periodista inglés en paro afincado ahora en Madrid, se ha embarcando en el experimento de vivir durante un año sin mentir. Cuando termine, informará de resultados y conclusiones en un libro que ya ha empezado y se titula “El Kant completo”. Haciendo referencia a la moral kantiana sobre la mentira. Dice contar ya con un editor privado llamado “The Thaler Fund” asociado al periódico The Guardian” para subvencionar el libro a cambio de la mitad de los ingresos que genere.

«Mi libro es acerca de la honestidad y la verdad. Confío en el equipo de Thaler, y ellos confían en mí. Hemos establecido los detalles de nuestra relación con un acuerdo verbal, y esto es suficiente,,  » […] dijo recientemente Cathal

Cathal Morrow y familia. Cabecera de su Blog.

Me gustó el desafío por la dificultad que plantea. Como siempre indagué un poco para ver de qué se trata. Hay muy poca información al respecto en el blog de Cathal y está todo supeditado a la finalización del reto. No hay bases públicas ni grandes argumentos de partida, sólo el desafío lanzado por el propio Cathal. He  contactardo con él para entrevistarle, para saber hasta dónde quiere llegar, para conocer el reglamento o código del experimento; para compartirlo con vosotros.

El primer capítulo del libro es el punto de partida a la descomunal idea. Cathal referencia constantemente a la moralidad Kantiana:

…Las mentiras son moralmente equivocadas, por dos razones: En primer lugar, mintiendo se corrompe la más importante cualidad del ser humano: la capacidad para tomar decisiones libres y racionales. Cada mentira que cuento contradice la parte de mí que me da valor ‘moral’. En segundo lugar, mis mentiras roban a los otros su libertad de elegir racionalmente […]

La idea del desafío surge, según nos cuenta Cathal en el prólogo, tras una hilarante experiencia familiar. Transcribo:

[…] Sólo cuatro días antes del 204 aniversario de la muerte de Kant , decidí hacer una visita a mi querido hermano en Manchester. Yo sabía que:

· Mi hermano estaba viviendo felizmente con su novia, que se llamaba Di.

· Hace algunos años Di se quedó embarazada de él, pero por desgracia el feto murió antes de tiempo.

· Mi hermano y Di tenían previsto casarse.

Unas horas más tarde, sólo tres días antes de la 204 conmemoración de Kant , la tragedia golpeó una vez más:

· Di tuvo un masivo ataque al corazón y falleció.

..al día siguiente, irremediablemente se puso de manifiesto:

· Di no era ciertamente Di. Él / ella se llama realmente David

¿Recuerdan el niño muerto? Oh sí:

· Toda mi familia se había apenado de su deceso

· Por lo que mi hermano incluso había producido una Web 2.0 como sitio homenaje a su ‘hija’ muerta. Todo ello producto de su retorcida imaginación […]

En el autobús de vuelta de Manchester, después de que mi hermano hubiera admitido su propia contemplación de la transexualidad, se dirigió a mí y me preguntó: «¿Qué será de mi. Voy a estar bien no ?». Mi hermano tenía miedo, esa era la verdad de la historia. Fue una mierda de miedo, pude sentirlo.

[…] Ahora, la pregunta que se hace a menudo Kant tiene más sentido: «Imagine que es 1939, y que está ocultando algunos Judíos en la bodega de su casa. Un nazi llama a su puerta y le pregunta si está ocultando algo. ¿Mentiría al Nazi?

[…] Así que voy a hacer esta promesa. Con mi MacBook por testigo, voy a tratar de pasar 12 meses sin decir una sola mentira. Vamos a ver si Kant tenía razón después de todo. Porque hasta ahora apenas he estado viviendo el sueño kantiano. Y todavía tengo un nazi golpeando en mi puerta…

Él admite que su tarea no es nada fácil, sobre todo con su familia. Pasó por el mal trago de responder a su hijo pequeño cuestiones como:¿Dónde vive Papa Noel?. Otra dificultad, dice, es cuando la gente pregunta cosas como:¿Le estoy aburriendo?. Aunque mucho más difícil es, según Cathal, darse cuenta de lo que se miente uno a sí mismo y de lo tenue que es la verdad propia.

Entrevista a Cathal. 6 Noviembre 2008

.- ¿Esta vigente el reto?, ¿Lo has comenzado ya?, ¿Esta entrevista será sincera?

Comencé el desafío el 21 de febrero de 2008. Por lo tanto seré francamente sincero en esta entrevista.

.- ¿Has elaborado las condiciones del desafío?

Esto no es un experimento científico, es una exploración de la verdad. La condición principal del desafío es que estoy intentando no mentir durante un año entero. Utilizaré una definición estándar: “no hacer una afirmación falsa con la intención de engañar”. Durante el curso del año habré dicho, probablemente, una gran cantidad de cosas que son objetivamente falsas, pero con alguna excepción posible creo que, hasta el momento, no he mentido intencionadamente.

.- ¿Cuáles son los límites?

Los límites están cambiando todo el tiempo. Estoy redefiniendo mi noción del concepto de verdad y, por lo tanto, de lo que no es cierto o falso. Cuanto más avanzo en el desafío, más me doy cuenta de mi propio engaño, y de mentiras involuntarias.

Más allá de un nivel elemental (“Cathal, ¿usted fuma? – “Sí, mucho «) mucho de lo que creemos verdadero o falso depende de nuestro concepto subjetivo de verdad. Un racista cree que todo lo que un presidente negro de los EE.UU. puede hacer es objetivamente malo, porque ‘él’ es un racista. Si creo que alguien es una mala persona, filtraré negativamente todas sus acciones. Igualmente, si estimo a alguien como bueno, consideraré sus acciones de una manera diferente. Por lo tanto, ver objetivamente la verdad es de gran dificultad.

.- ¿Quién va a ser juez y árbitro de las mentiras?, ¿Cómo podemos hacer un seguimiento real del reto?

Esto no es una competición para contener mi respiración. No hay cámaras que me sigan alrededor. El proyecto es un libro acerca de mi búsqueda de la verdad. No mentir es mi compromiso con esa verdad. Los lectores podrán leer en el libro sobre la clase de problemas que encontré durante el experimento, y decidir para sí mismos si he sido honesto o no.

.- Si el reto falla. ¿Serás lo bastante sincero como para darlo por finalizado?

Como digo arriba, ese es mi compromiso con la verdad. No creo que Immanuel Kant tuviera razón. Si tengo judíos escondidos en casa y un nazi llama a mi puerta, evidentemente le mentiré. Habrá gente que dirá que miento cuando leo a mis hijos las historias del nuevo testamento (soy judío), que estoy mintiendo porque no voy diciendo a la gente por la calle cómo pienso que deben educar mejor a sus niños.

Creo que la honradez y la verdad son, a menudo, cosas muy diferentes. El mundo está lleno de gente que dice lo que piensa todo el tiempo. Generalmente se llaman gente honesta. Pienso que se están engañando a sí mismos. Cuando alguien me dice la manera en la que debo educar a mis niños creo que lo que generalmente me están diciendo es: “¡mira cómo he educado de bien a los míos!” ¡He encontrado a muy a pocas personas que proclamen su honestidad y me digan lo bien que estoy educando a mis niños! La honradez y la verdad no hablan de ser negativos (profundamente irritante en mi opinión).

Si alguien me hace una pregunta pensaré en la respuesta (no diré lo primero que me venga a la cabeza), y contestaré honestamente.

Por ejemplo mi esposa, Patricia, es pintora y ella gusta de conversar sobre pintura y pintores. Si ella me habla sobre algún tema y me pregunta: «¿Te estoy aburriendo?» mi reacción inmediata bien puede ser decir el consabido «Si.»

Sin embargo, un pequeño pensamiento adicional puede revelar la verdadera evidencia: que amo a mi esposa, que apoyo completamente su pintura, que sé le hace muy feliz hablar del tema, que tengo un interés muy finito en la pintura..

Pero por encima de todo ello, que tengo un ego, y amo hablar de Kant y sobre mi libro. Quizás la verdad sea que he estado hablando de mi libro durante 30 minutos y quiero desesperadamente continuar hablando sobre él. O también la verdad puede ser que estoy aburrido porque quiero hablar más sobre mí.

Es fácil y perezoso decir la primera cosa que me venga a la cabeza. Tal ve así no sepa realmente en lo que creo.

.- ¿Es el proyecto un reto sincero?, ¿Es para ganar dinero? o ambas cosas.

El quid de la cuestión es que soy un hombre de 43 años de edad, padre de dos niños pequeños y no sé realmente lo que es ‘la verdad’. Creo firmemente que tomamos nuestras creencias y verdades de nuestros padres, y quiero enseñar a mis hijos las verdades más positivas que puedan llevar a lo largo de sus vidas.

No puedo escapar del hecho de que el libro es, creo, una idea muy comercial. La finalidad del reto es mi búsqueda filosófica, pero seré muy feliz si el libro se vende bien. Me encanta escribir y espero poder mantener a mi familia mientras lo hago.

.- ¿Serán válidas las medias verdades u omisiones?

Las mentiras por omisión son las más peliagudas. Las omisiones deliberadas son mentiras en toda regla. Mentir es también dar deliberadamente una falsa impresión. Las omisiones accidentales no son mentiras, pero tenemos que ser muy cuidadosos sobre engañarnos a nosotros mismos: “Oh! olvidé mencionar que…” es muy fácil de decir, y de creer, pero puedo ser abiertamente falso. Yo creo que utilizamos muy a menudo la memoria a favor nuestro.

.- ¿Crees que puede afectar a la educación de tus hijos el desafío?

Espero que tenga un impacto muy positivo en la educación de mis niños. Es uno de los propósitos principales del proyecto.

.- Si no conoces la verdad de algo ¿cómo sabes que no estás mintiendo?

Si no sabemos lo que es realmente ‘verdad’, cuando incurrimos en una equivocación genuina, no estamos objetivamente mintiendo. (Por ejemplo si digo a mis hijos que Barcelona es capital de España, porque yo lo he aprendido así, no creo que sea una mentira).

Necesitamos ser muy cuidadosos y no confundir el ‘verdadero’ del `verdad’. Es fácil esconderse detrás de las llamadas verdades universales.

Por ejemplo:

Es cierto que los españoles dicen las palabras ‘Por favor’ y ‘Gracias’ menos que los ingleses. Un típico turista inglés llega a España y piensa que su «verdad» sobre el español es que es un mal educado, porque para el inglés el español es muy descortés. La «verdad» (objetiva) es que los ingleses están obsesionados con decir ‘por favor’ y ‘gracias’ incluso en español y esto a menudo está implícito en su tono de voz, etc… Que el inglés crea que el español es un maleducado a causa de su falta de ‘Por favores’ y ‘gracias’ no es más que una reafirmación de sus propias creencias: “que los ingleses son las personas más educadas de la faz de la tierra».

La ‘buena educación’ se basa en la persona con la que estás todos los días de tu vida no sobre verdades pseudos-científicas. Uno no es lo que dice que es, es lo que hace. Es muy sencillo de decir: «Tengo una buena educación» y, a continuación, tratar mal a alguien. Lo difícil es ponerlo en práctica.

Creo firmemente que tenemos el deber de no confundir la palabra «verdadero» con la palabra «verdad». Son nuestras «verdades» las que causan un montón de los problemas que tenemos con nuestros semejantes.

-. ¿Incluye el reto ser sincero con uno mismo?

¡Sí, si, si!. Es la parte más importante del proyecto. Creo que la mayoría de las verdades se centran en nuestro propio ego, yo necesito despejarme de muchas de mis falsas creencias antes de que pueda conseguir estar más cercano a la verdad auténtica.


De momento, esperando nuevas noticias y con el escepticismo de quién plantea subir el Everest y vender su hazaña, os traslado su pregunta trasformada en mini-desafío.

¿Podríais vivir un solo día sin decir mentiras?. Empieza tu reto en los comentarios

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