Granjas para el engorde de jóvenes esposas


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Lo que parece el título de una película de James Ivory no es sino la cruda realidad de la Mauritania más profunda. Centenares de adolescentes son enviadas a granjas privadas para sobre-alimentarse a la fuerza y convertir su insana orondez en la dote de futuros pretendientes. Niñas desde los 5 años son internadas en estas granjas donde forjan sus rollizos cuerpos. La veneración milenaria por la obesidad como símbolo de riqueza ha degenerado en un problema de salud pública en las zonas rurales desde que la Junta militar se hizo con el poder.

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Fátima. Antes y después de su tratamiento de ‘Wife Fattening‘. Fuente

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La práctica del Leblouh o –alimentación forzosa- es una herencia cultural de las tribus patriarcales del interior de África –Malí, Nigeria-; pero también es una vetusta costumbre inherente a otras sociedades tribales en otros tantos continentes. El siguiente video, fragmento del excelente documental Mondo Cane de Paolo Cavara, muestra una tradición similar en las etnias del pacífico sur (Norte de Australia) de mediados del siglo XX. Las mujeres pretendientes del patriarca son enjauladas como animales mientras se les ceba, durante seis meses, con yuca y tapioca hasta alcanzar el peso que excite al gran jefe (al menos 120 kilos). No os perdáis la ‘percha’ de éste último.


Fragmento del Documental «Mondo Cane» de P. Cavara. Para ver completo aquí

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El Leblouh está íntimamente ligado a los matrimonios precoces. Las niñas de nueve, siete, e incluso cinco años son alimentadas a la fuerza por las llamadas “engordadoras” -viejas mujeres de la tribu ilustradas en dietas grasas-, obligándolas a tragar enormes cantidades de mijo y leche de camello o incluso su propio vómito si rechazan los primeros. Esta práctica es considerada la manera más rápida de acceder al matrimonio sin poseer una dote material que ofrecer al pretendiente. Con ello Mauritania es uno de los pocos países africanos en los que, en promedio, las niñas reciben más alimentos que los niños.

«En Mauritania, el tamaño de una mujer es proporcional a la cantidad de espacio que ocupa en el corazón de su marido» Aminetou Mint Ely, integrista pro derechos de la mujer de Nuakchott

El engorde se realiza durante las vacaciones escolares o en la estación de las lluvias cuando la leche de camello es más abundante. Las niñas son enviadas fuera de sus casas sin entender muy bien por qué. Sufren el tratamiento pero se les convence de que la grasa les traerá su felicidad. Mientras las ceban, las matronas utilizan palos que hacen rodar sobre sus muslos, para romper los tejidos y acelerar el proceso.

Con el nuevo despunte de esta tradición el proceso de engordamiento está importando procedimientos occidentales; consumiendo hormonas animales o medicamentos que aumentan el apetito pero con importantes efectos secundarios y que son importados de manera ilegal en el mercado negro mauritano.

La tradición estaba siendo devorada por el peso de la historia y la cordura del progreso hasta que la Junta Militar se hizo con el poder tras un Golpe de Estado el 6 de Agosto de 2008. El nuevo gobierno más conservador y tradicionalista no ha sido reconocido como legítimo por medio mundo y ha recuperado esos viejos hábitos caducos y bastardos que la mano militar está imponiendo ahora en las zonas más rurales allá donde las campañas sanitarias de concienciación no han llegado aún. Según informa la BBC se calcula que el 11% de las niñas del país son sometidas, todavía, a la dieta grasa.

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Pinzas para distraer con dolor las ganas de vómito del tratamiento. Más fotos

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Es interesante darse cuenta del grado de perplejidad que produce esta historia y trivializar con la estigmatización que de la delgadez de la mujer se hace en occidente. Lo que lleva a la terrible conclusión de que, en ambos casos, se trata de un problema cultural y subjetivo a la concepción de belleza de cada pueblo. Esperemos que el poder de la globalización cultural canalice ambas tendencias en una práctica intermedia más saludable y coherente.

Enlaces y fuentes.

El encuentro con la historia se produjo de pasada en una lectura rápida en las RSS. Mi queridísmia evinchi (compañera de hipocondrias) le dio la relevancia suficiente para obligarme a darle un repaso. Encontré el video en una referencia al documental aquí. Otras fuentes de documentación además de la wikipedia, aquí, aquí y aquí.

Si te gustó esta anotación no deberías perderte:

-Hakani. La niña que nació de la tierra

La fiebre del oro (dulce) en las colinas del Himalaya.

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31 comentarios

  1. El problema es de falta de civilización y es lamentable los que no ven esto. Nuestra civilización occidental defiende valores como la libertad de elección de los adultos y el derecho de los niños y las mujeres. En esos lugares no se respeta en absoluto estas cosas. Entonces es un problema de civilización y no hay que esperar a que la globalización llegue a estos lugares como dijo una comentarista, a estas dictaduras bastardas se les denuncia ante mecanismos internacionales, porque es en estas dictaduras extremistas que proliferan los actos de falta de humanización, abuso y despotismo.

    Cristy Cuba.

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  2. El problema es que esta técnica antigua que es perjudicial para la salud y no son muy eficaces. Bastante bien llevar a la chica, pero ella pierde mucho más cuando deje de cura.
    La técnica adecuada es darle un bocado cada media hora. Por un largo tiempo. Entonces ella les resulta difícil perder peso de nuevo.

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  3. gabriela

     /  noviembre 4, 2011

    ¿Por qué nos parecen «terribles» las formas culturales ajenas pero no las nuestras? ¿Cómo nos miran los de las «otras» culturas cuando leen noticias como que «una mujer murió porque se le explotó la silicona de su pecho» o «una mujer quedó en estado vegetativo cuando le succionaban la grasa en la práctica tan codiciada de liposucción » o «las navidades son las fiestas de una gran comilona donde todos después terminan borrachos y vomitando la comida que a otros les falta mientras cantan villancicos en honor a un dios que nació pobre y con poca comida, y dibujan un hombre llamado papa noel que no es más que la aberración publicitaria de una bebida de gaseosa» o «un hombre roció con alcohol a su mujer y a su hijo de dos meses y los prendió fuego? Por favor, no seamos hipócritas y miremos nuestra propia y miserable cultura. Seguimos mirando lo exótico e imponiendo una forma de vida, la nuestra, como la preferible a todas, base de la conquista y la colonización.

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  4. Casi no puedo dar crédito a lo que estoy leyendo! No porque lo dude, por supuesto, sin por lo terrible del asunto. Eso va mucho más allá de los patrones culturales y de las prácticas occidentales por conservar la delgadez extrema. Estas últimas son, de cierta forma, las decisiones de las mujeres que voluntariamente se quieren convertir en objetos, pero esas pobres niñas no tienen elección.

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  5. Hola, pues la verdad es que me he quedado así como dices, perpleja. No tanto por que la belleza se base en estar gordas como en este caso, sino porque obliguen a niñas tan pequeñas a pasar por esto. Quién sabe cuánto las lastimará este proceso. Estoy de acuerdo en que cualquiera de los dos extremos en las mujeres (gordas o flacas) es una consecuencia de un problema cultural. Lo que me sigue sorprendiendo son los sacrificios que hacen algunas para alcanzar la figura deseada (sea cual sea). La verdad está bien interesante este artículo, no tenía ni idea. Gracias por publicarlo…

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  6. Luna Salgado

     /  octubre 20, 2009

    Me gustaría destacar el último fragmento de la nota: «Es interesante darse cuenta del grado de perplejidad que produce esta historia y trivializar con la estigmatización que de la delgadez de la mujer se hace en occidente. Lo que lleva a la terrible conclusión de que, en ambos casos, se trata de un problema cultural y subjetivo a la concepción de belleza de cada pueblo. Esperemos que el poder de la globalización cultural canalice ambas tendencias en una práctica intermedia más saludable y coherente.»
    Muchas veces, incluso en partes de este artículo se suele mostrar estas cuestiones culturales como bárbaras y en contra posición de la ciencia y el saber occidental. No nos olvidemos de la cantidad de muertes crecientes por anorexia y bulimia en occidente incluso se están conociendo niñas desde los 8 años son anoréxicas. También habría que pensar el grado de opresión y esclavitud de la mujer occidental, donde la dominación no se hace coercitivamente sino mediante el bombardeo de los medios de comunicación e incluso desde los juegos infantiles. Así que cuidado al hacer juicios de valores entre lo bárbaro y lo civilizado. Las tribus y la ciudad.
    Me gustaría finalizar este comentario con una idea de Rosa Luxemburgo que plantea que el llamar a las cosas por su nombre es un acto revolucionario. Así que mujeres y hombres (el hombre tiene que ser participe conciente de la liberación femenina) llamemos a las cosas por su nombre y rompamos con los estándares de belleza externos e insanos.

    Esta última cuestión de lo sano y lo insano también es muy cuestionable pero no se me ocurre otro concepto para expresarme

    Me gustaria que me comenten.

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    • Anita Paptistella

       /  septiembre 1, 2011

      Solo falta por aclarar que en Europa estamos obsesionadas en estar flacas y si más huesos se asomen – mejor… No comer y pasar hambre, comer mal y suprimir ciertos alimientos necesarios para el cuerto y vomitar para estar esbelta es igualmente una barbaridad…. pero esto tenemos asumido y va con nuestra vida occidental.
      Aquí una chica que tiene un ligero sobrepeso es maltratada en nuestra estimada sociedad…
      Los excesos son malos – siempre.
      Ni una cosa – ni la otra… Opto por lo sano y lo normal….

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  7. Y aqui es lo contrario..

     /  octubre 14, 2009

    que paradojico.. Gracias por esta info tan interesante y curiosa… LAs mujeres n todas las culturas sufrimos por aquello que los hombres esperan de nuestro cuerpo.

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  8. andresriveiro

     /  marzo 13, 2009

    la realidad es bien triste.

    Responder
  9. andresriveiro

     /  marzo 13, 2009

    Q vicio tiene el percha

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  10. adri

     /  marzo 11, 2009

    Pues si que tiene «percha» el colega, no tiene media hostia.

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  11. Kurioso, qué intresante este artículo. Uno se resiste a creer que sea realidad.
    Así son los insondables vericuetos de la mente humana. Una caja de Pandora que de tanto repetirse en sus diferentes sorpresas… ya deja de sorprender. Excelente la nota.
    Un saludo.
    Rudy

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  12. Ja ja el video creo que es un mediofake al estilo de Holocausto Caníbal.

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  13. Papi… estoy flaca???

    -No mi amor, estas gordita.

    papi… dime la verdad… yo me veo flaca, me siento flaca

    -te dije que no mi reina, ¿cuánto estas pesando? ¿como 190 kilos?

    De verdad, papi? tú me ves gorda?

    -Sí mi amor, estas tan gorda como cuando me enamoré de ti.

    Papiii… te quierooooo

    Responder
  14. d4u0

     /  marzo 10, 2009

    interesante como el hombre altera tanto la naturaleza para su placer o.o dado en un hemisferio u otro

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  15. julietabarberis

     /  marzo 10, 2009

    Muy bueno interesanet el informe… me deja pensando en muchas cosas,
    Grcias

    Responder
  16. gustabcn

     /  marzo 10, 2009

    Gracias por el informe

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  17. Alguna vez encontrará el ser humano un termino medio entre los dos tópicos… ¿O es simplemente que nuestras filias se encuentran en los extremos?

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  18. Mira tú, no tenía idea al respecto. De todas formas, poco puede hacerse sobre prácticas rituales que son consideradas comunes en el país que las practica.

    Muchas gracias por el informe,
    PLPLE

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  19. Ricardo

     /  marzo 9, 2009

    Esto lo vi en un documental de television; lo que es curioso es en occidente ser delgada es lo buscado, mientras en que Africa es lo opuesto,

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  20. newalfer

     /  marzo 9, 2009

    Vaya cosas de las que te enteras, verdaderamente impresionate y pensar que como dice lantu vivimos en una parte del mundo donde el parecer enfermo esta de moda.

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  21. ya esta bien de ke os metais con los-as gordos-as,pandilla de comemierdas

    Responder
  22. lantu me imagino a tu madre comiendosela a un africano para`poder darte de comer a ti

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  23. Lantu

     /  marzo 9, 2009

    Una práctica curiosa esta del engorde forzado, con lo fácil que sería plantar un Mcdonalds en cada distrito que lo necesite y dejar que la civilización haga su trabajo.

    Aquí la práctica es la inversa, hay que adelgazarlas hasta la extenuación, hasta la muerte, sin consentimiento social explícito, pero sí con la permisividad de cánones estéticos. La punzada del hambre se soluciona con las pinzas de alguna droga excitante ¿Quién se imagina una gorda casada con un futbollista rico?

    No las gusta ni nada el turrón, el azucar y la miel a las saharauis, así tienen esas caderas enormes símbolo de esplendor de la vida en unas tribus nómadas y de carnes secas, amojamadas.

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  24. jajajajaj dioss q mal… que bizarro.! jajajaja y el jefe de la tribu es un esqueleto.!!!! como hace para poder «satisfacer» ese harén?? todo un misterio..

    muy interesante el articulo.

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